El Plan Especial del Puerto de Santa Cruz, aprobado definitivamente en el pleno extraordinario del pasado jueves, es, junto al PGO, el documento urbanístico más importante de nuestra capital.

Entre la rotunda frase “el Senado te permite hacer lo que te salga de la polla”, dicha tal cual por el exalcalde santacrucero, Miguel Zerolo en 2007, y la bastante más comedida construcción sintáctica: “Ahora solo falta que te afilies ya” del alcalde lagunero Fernando Clavijo, grabada por la policía tres años después, hay noventa grados de coincidencia semántica; más allá de la partidaria; aunque los significantes no la muestren a primera vista.

El ejército español ha tomado el mando de las operaciones en Malí, dando un relevo mediático a los franceses en el escenario.

Por si lo habían olvidado, José Miguel Pérez y Guacimara Medina siguen siendo consejero y viceconsejera de Medio Ambiente.

Nos quieren cabizbajos y descreídos. Nos quieren desmovilizados, hastiados y hasta cínicos.

Parece ser que el Psoe ha optado por tener un acto de dignidad, que llega unas décadas tarde, pero que aventura un maremoto político de enorme envergadura, no van a dejar que Casimiro Curbelo se presente a otras elecciones bajo el amparo de sus siglas.

La misma falta de consideración con la que el poder cataloga la corrupción, como cosas o hilillos, deberían considerar los ciudadanos las disculpas y los perdones de los jefes políticos cada vez que la gente se da cuenta de las barbaridades que cometen quienes gestionan nuestros dineros.

Ante las manifestaciones realizadas en esta semana por el presidente Paulino Rivero Baute, en las que se piden el adelanto de las elecciones por el miedo de que los “antisistema” copen las instituciones públicas, como ciudadano de este país canario me veo en la obligación de contestar estas desafortunadas declaraciones.

Bermúdez ha dado carta blanca a la financiación pública de las obras de repavimentación y mejora de las calles de Las Mimosas.

Les debo cientos de palabras a los niños y niñas palestinos; una palabra por cada uno de los quinientos niños que cayeron en Gaza bajo las bombas de Israel durante las interminables semanas de un verano infernal.