El puerto de Santa Cruz. Pedro Fernández Arcila
La noticia de la exclusión del puerto de Santa Cruz de la Red Transeuropea de Transporte les ha obligado a los responsables directos de la muerte paulatina de la actividad portuaria en nuestra capital a poner cara de víctimas y, de manera apresurada, sacar el manual de estilo del insularismo, que recomienda, para situaciones de cierta alarma social como esta, poner cara compugida y lanzar en los medios de comunicación imprecaciones tanto al malévolo gran canario como al ministro del ramo, activando un coro melifluo que, como un mantra, repetirá hasta la saciedad. ¿Por qué este daño a la pobre ciudad de Santa Cruz de Tenerife?.