Mi primer espectáculo circense. Pablo Martín-Sosa Rodríguez.

Antes que nada, sepa el lector que me da mucha pena escribir estas letras. Luché unos instantes contra mi propia conciencia, y ella terminó venciendo, esgrimiendo una serie de valores morales que me sonaron tanto a lo que siempre me inculcaron mis padres que tuve que claudicar y encender presto el ordenador.

El trabajo. De derecho formal a derecho real. Joaquín Sagaseta.

En el París de 1.848 fue un obrero, Marche, el que dictó el decreto por el que el gobierno republicano provisional surgido de las Jornadas de Febrero, se obligaba a garantizar la existencia de los obreros por el trabajo, a procurar trabajo a todos los ciudadanos, a la regulación de las condiciones laborales… Hacia el Hotel de Ville -el hoy Ayuntamiento de París- marcharon más de 20.000 obreros: ¡Organización del trabajo!, ¡Queremos un Ministerio de Trabajo!