Los difamadores son una especie perenne. Domingo Garí.
Las luchas políticas tienen la virtud de sacar lo peor y lo mejor de las personas. La tensión que genera lleva las pasiones a los extremos. En algunos casos la tecnología de la difamación se usa profusamente, de manera que de forma habitual la enemistad política cobra esa característica, en detrimento de la discusión racional sobre los asuntos de la economía, la filosofía o la política. Se acentúa cuando efectivamente no hay nada que aportar, ni reflexión interesante que ofrecer a la sociedad.